El auténtico rostro de Julio César

Arqueólogos franceses han efectuado en fechas recientes un importante descubrimiento en el lecho del Ródano a su paso por Arles. En concreto han aparecido varias restos de estatuaria romana que comprenden diversos periodos y abarcan desde finales de la república hasta finales del siglo III.

Entre ellas y como una aparición fantasmal, ha emergido el busto de uno de los personajes históricos más conocidos, ensalzados y emulados por dictadores y salvadores de patrias varios: Julio César. Existen aproximadamente una veintena de bustos y estatuas del político y militar romano conservados milagrosamente hasta nuestros dias, pero el que nos ocupa tiene la importante particularidad de que fue esculpido en vida de César, por lo que es el rostro más cercano al que realmente pudo tener en vida nuestro personaje. A esto hemos de añadir que en la época que vivió césar (finales del siglo I a.c) la tendencia escultórica dominante era hiperrealista -en contraposición al estilo idealizante posterior-, por lo que ya nos podemos hacer realmente una idea de cómo era el rostro del hombre que rompió con la tradición republicana romana y sentó las bases del sistema de gobierno autocrático de los futuros emperadores.

El rostro cuadra con la idea que tenemos de él,  transmitida principalmente por las descripciones de los  clásicos: mirada penetrante y inteligente, nariz prominente, pose autoritaria no exenta de un punto de ironía y de crueldad, incipiente calvície, carácter indomable y personalidad de granito. Fue un estratega político y militar de primer orden, aunque rompió las reglas de su sociedad en un claro beneficio propio, provocando una guerra civil que desgarró su pais, su ciudad y sus conciudadanos y que, al mismo tiempo, sembró los cimientos de una nueva sociedad con reglas nuevas que perduró mucho más que lo que el mismo llegó a soñar.

~ por Mordaunt en agosto 31, 2008.

Deja un comentario