El sello de Octavio Augusto en una cruz de Oviedo

detalle parte superior trasera

Recientemente he repasado algunas noticias arqueológicas, que  por su rareza y extravagancia merecieron hace tiempo mi atención. Una de ellas relata una investigación realizada por un arquitecto gallego acerca de los camafeos y entalles que adornan la llamada cruz de los Angeles, un crucifijo de madera, oro y piedras semipreciosas que se custodia en la catedral de Oviedo. Según la tradición la cruz fue encargada y realizada por el rey Alfonso II el Casto en el siglo IX (en el año 808, grabado en la propia cruz).

Su teoria se basa en el estudio de los camafeos que adornan el reverso de la reliquia, y en concreto en uno de ellos (ver foto superior), que comprende una imagen del signo zodiacal de Capricornio con cola de tritón y con dos elementos en cada mano: una esfera universal y un cetro o signo de poder. La investigación realizada ha tenido en cuenta el hecho de que según toda la historiografia clásica éste era el símbolo que utilizó Cayo Octavio, más tarde llamado César Augusto, y sólo él, que fue el considerado primer emperador romano y vencedor de las guerras civiles que comenzaron con Julio César y su paso del Rubicón.

De ser cierta esta teoría, también apoyada en una rebuscada explicación del significado de las letras que aparecen grabadas en el camafeo, Alfonso II buscó identificar su figura de principe con la tradición clásica (Augusto era oficialmente sólo un princeps, o primer ciudadano, aunque en realidad ejerciera un poder absoluto y total sobre el gobierno del imperio), engarzando un tesoro romano que debía conservarse en Lugo (Lucus Augusti). Lo extraordinario del asunto, de demostrarse la teoría, es el elevadísimo valor histórico que podría alcanzar sólo el camafeo indicado, pues es probable que fuera utilizado por el mismo Augusto en el período que estuvo en Hispania por motivo de las guerras cántabras, aunque es posible que el mismo fuera utilizado por un legado imperial que de esta forma diera carácter oficial a las instrucciones recibidas desde Roma.

El conjunto de sellos y camafeos podría ser un tesoro romano de primer orden y vinculado al astuto primer emperador de Roma, creador de un sistema de gobierno en el que se inspiraron todos sus sucesores y que, bajo una falsa apariencia de vuelta al orden Republicano, supuso en realidad una dictardura de corte populista, que sellaría el destino del imperio romano al recaer el poder en años sucesivos en gente no dotada de su imaginación y inteligencia.

~ por Mordaunt en agosto 29, 2008.

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