«Hijos de Homero» de Bernardo Souvirón

Grecia, el Amanecer de nuestro presente. Un caudal de reflexiones me están viniendo a la cabeza al leer, con apasionado interés, la obra de Bernardo Souvirón ,»Hijos de Homero», un interesantísimo ensayo sobre las raices profundamente griegas de nuestra civilización, y cómo los mitos y el modelo social básico que ellos establecieron han moldeado el espiritu y el alma del hombre actual. Me han hecho retomar antiguos pensamientos que el genial escritor de viajes Javier Reverte vertió en su estupendo libro-viaje por Turquia y Grecia llamado «Corazón de Ulises».

La deuda moral, intelectual y social a la antigua Grecia es inabarcable. Es tan grande que nuestro día a día de hoy sería absolutamente diferente si esa llama de conocimiento que con su luz hizo desaparecer las tinieblas de la historia anterior, se hubiera apagado de repente (por ejemplo, en el caso de que los persas hubieran ganado las decisivas batallas de Maratón, Salamina y Platea).

En el lenguaje, el alfabeto (que copiaron en parte de los fenicios, perfeccionándolo) es una genial invención helena, (alfabeto viene de alfa-beta, las dos primeras letras del idem griego). Mientras que los fenicios lo usaban como un instrumento comercial solamente, los griegos lo dotaron de alma al descubrir que podía servir para plasmar algo más que burdos trueques de mercancias. De esta cosecha nació Homero, (s VIII a.c) controvertido autor de la Ilíada y la Odisea, posiblemente el primer escalón de la literatura occidental. Su labor y su acierto consistió en escribir una historia que hasta entonces sólo se transmitía oralmente  en forma de canto o declamación por parte de los rapsodas de la época.

En las matemáticas, las aportaciones de Pitágoras, Euclides y otros tantos supusieron el comienzo de la numerización de las cosas y el descubrimiento de que había unos principios que parecían inamovibles (las leyes matemáticas) en un mundo cambiante y difícil de comprender.

En humanidades, los filósofos griegos fueron los pioneros en reflexionar y buscar los origenes y motivos de la presencia del hombre en el mundo. Para ello usaron una herramienta única del hombre: el razonamiento. Tan lejos llegaron en sus elucubraciones, tanto pensaron en todo, que el legado de ideas que han llegado hasta nosotros en forma de libros (Sócrates, Platón, Aristóteles), todavía hoy son revisados e interpretados.

En política, los griegos superaron a todo lo anterior. Descubrieron el valor del individuo entendido como un elemento aislado del resto y el valor que su opinión y fuerza debía darle al colectivo que era la sociedad. Ello les hizo reflexionar y crear la democracia ( literalmente el gobierno del pueblo), un sistema político en el que no gobernaban unos pocos, sino que una mayoría (aunque no todos) de los habitantes de la Polis (ciudad) tomaba las decisiones que eran necesarias para el bien de todos los ciudadanos (otra creación suya). Este pensamiento, tan extraño hasta entonces en la historia de los hombres, tan único, tan igualable e irrepetible, permitió que en el Renacimiento y la ilustracion estas viejas ideas volvieran a tomarse en cuenta a la hora de reformar el caduco sistema autocrático de gobierno y que ese sistema renaciera y se perpetuara hasta nuestros días.  Pero su grandeza real radica en que fueron los únicos que lo imaginaron, ya  que ningún otro pueblo en la história pensó ni mucho menos utilizó un sistema parecido para organizar la sociedad.  

La deuda es imposible de satisfacer. Pero además, y en agradecimiento por todo esta estupenda herencia, nuestra vana y superficial sociedad actual ha relegado al olvido a sus propios padres. El estudio de las humanidades decae de forma espectacular en todo el mundo y la mercantilización de todas las actividades del hombre dejan poco espacio para otras cosas que no sean ganar dinero y generar beneficios. Pero lo pagaremos muy caro, pues el olvido de nuestro pasado será una dura losa para la tumba de los futuros hijos de Homero.

 

~ por Mordaunt en May 6, 2008.

2 respuestas to “«Hijos de Homero» de Bernardo Souvirón”

  1. que razón tienes en tu último párrafo.
    Las coordenadas de este viaje son cada vez más y más perniciosas para el hombre.

  2. Échale un ojo a: http://pixelesregios.wordpress.com/
    A ver que te parece.

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